Es común escuchar por todas partes que recomiendan consumir más frutas y vegetales por ser muy sanas, como vienen de la tierra estas son naturales y las personas las han consumido por mucho tiempo, son fáciles de llevar en cualquier mochila o lonchera y pareciera que son la comida perfecta. Pero, con el paso del tiempo mucha gente ha cambiado su opinión de las frutas y la razón principal es porque contienen altos niveles de azúcar, comparados con comidas completas. 

Varios estudios observacionales han demostrado que las personas que comen más frutas y verduras tienen un menor riesgo de muchas enfermedades, comparado con aquellas que no lo hacen. Se analizaron 9.665 adultos en los EE.UU. y los resultados fueron que la ingesta de frutas y verduras se asoció con un riesgo 46 % menor de diabetes en las mujeres, pero no hubo diferencia en los hombres.

Hay muchos otros estudios que muestran que el consumo de frutas y verduras se asocia con un menor riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, las dos causas más comunes de muerte en los países occidentales.

De igual forma, también hay unos pocos experimentos que muestra que el aumento de la ingesta de frutas puede reducir la presión arterial, reducir el estrés oxidativo y mejorar el control glucémico en los diabéticos.

Las frutas contienen fibras, agua y son resistentes al proceso de masticarlas, es por eso que las personas al comerse una fruta como la manzana, por ejemplo, se tardan un tiempo significante en digerirla, que este proceso sea un poco lento hace que la fructosa de la fruta llegue al hígado poco a poco y así este pueda procesarlo.

La mayoría de las personas se sentirán llenas luego de comerse una manzana grande que suele contener 23 gramos de azúcar, de los cuales 13 están representados por la fructosa.

Para dar un punto de comparación, te indicamos que una Coca-Cola de 16 onzas contiene 52 gramos de azúcar, de los cuales 6 son de fructosa. Y además al tomarte un refresco no te sentirás igual de lleno, como si te comieras una manzana.

Cuando esta bebida azucarada toca tu hígado en grandes cantidades, los resultados pueden ser desastrosos, motivo por el cual muchas personas sufren en la actualidad de un hígado graso.

Si comparas las dos opciones la más saludable es comerte la manzana, además que los seres humanos y pre humanos han estado consumiendo frutas durante millones de años. De forma que las frutas enteras contienen una cantidad relativamente pequeña de fructosa y el proceso para masticar y digerir suele hacerse de forma lenta, por esto, los seres humanos pueden tolerar fácilmente las pequeñas cantidades de fructosa que se ​​encuentran en la fruta y así aprovechar sus beneficios energéticos. 

Los estudios demuestran que las frutas son ricas en fibras, vitaminas, minerales así como una gran cantidad de antioxidantes. La fibra soluble, tiene muchos beneficios. Esto incluye la reducción de los niveles de colesterol, mejora la absorción de carbohidratos y  aumento la saciedad. Es decir que cuando buscas perder peso la fibra estará de tu lado, haciendo el proceso más fácil.

Debes tener en cuenta que hay docenas o cientos de diferentes frutas que se encuentran en la naturaleza y la composición de nutrientes pueden variar mucho entre los distintos tipos de fruta. Para disfrutar de los distintos beneficios, tienes que consumir frutas variadas. 

Ya hemos dicho que las frutas enteras son muy saludables para la mayoría de la gente, pero no se puede decir lo mismo de los jugos de frutas y frutos secos. Porque los jugos que se encuentran en el  mercado ni siquiera son jugos de frutas reales, se componen de agua, mezclado con algún tipo de concentrado y mucha azúcar.

Pero incluso si se obtiene el 100% de jugo de fruta natural, sigue siendo una mala idea, porque no hay ninguna fibra y la resistencia para mascar. Así que rápidamente luego de tomarte el jugo, podrías ir por otro alimento, o comer y tomar al mismo tiempo.

Las frutas secas, como las pasas, pueden ser un problema también porque poseen mucha azúcar y su presentación se presta para consumir grandes cantidades. 

Debido a  que las frutas contienen fibras, agua y el proceso para mascarlas, estas son muy saciantes, caloría por caloría. Las frutas como las manzanas y las naranjas son algunos de los alimentos más altos de puntuación cuando se trata de saciar el hambre, aún más saciantes que la carne y los huevos.

Este factor es muy bueno, porque si se aumenta la ingesta de manzanas o naranjas, lo más probable es que usted se sentirá tan lleno, que de forma automática comerá menos de otros alimentos.

La recomendación es que poco a poco vayas consumiendo más frutas y te olvides de la comida chatarra. 

A pesar de que la fruta es saludable para la mayoría de la gente, hay algunas razones en donde las personas podrían evitar consumirlas. La primera razón es algún tipo de intolerancia. Por ejemplo, comer fruta puede causar síntomas digestivos en personas con intolerancia a la fructosa.

Y la segunda razón es estar en una dieta muy baja en carbohidratos, o en dietas cetogénicas donde el  objetivo principal de estas dietas,  es reducir los carbohidratos lo suficiente para que el cerebro comience a utilizar cuerpos cetónicos en su mayoría, en lugar de la glucosa como combustible.

Para que esto suceda, es necesario restringir los carbohidratos a menos de 50 gramos por día. Si se tiene en cuenta que sólo una sola pieza de fruta puede contener más de 20 gramos de carbohidratos, es obvio que las frutas no son apropiadas para una dieta de este tipo. 

Las frutas contienen fructosa, pero como lo dijimos anteriormente la fructosa será dañina para ti si la consumes en grandes cantidades. La recomendación es que consumas frutas variadas por sus múltiples vitaminas en cantidades reducidas para evitar tener exceso de azúcar en tu cuerpo.

El 90% de las personas puede consumir frutas, preferiblemente como parte de una dieta de alimentos saludables que incluye carnes y vegetales. Sin duda, las frutas son alimentos reales, naturales y muy nutritivos, que cumplen con su función de ayudarle a sentirse más satisfecho con menos comida y también a prevenir la aparición de muchas enfermedades mortales que tanto abundan en la actualidad.